Su misión: apoyo logístico a la red solidaria que nació en un colegio del distrito de San Blas

En ella viajan las comidas solidarias que salen de las cocinas de los Hermanos Sandoval 

Y también pañales, potitos, toallitas, leche, yogures… 

Al igual que en el Grupo Concertante Talía no ha parado a pesar del COVID-19, la furgoneta del GCT no se ha quedado aparcada durante el confinamiento. Va de aquí para allá sin parar, pero ahora con otra carga y por otra ruta. Antes llevaba instrumentos musicales al Auditorio Nacional y ahora lleva comidas a las familias que más lo necesitan en San Blas, el distrito donde las orquestas y coros del grupo tienen su sede. 

El Grupo Talía contribuye con este pequeño apoyo logístico a la enorme labor que están realizando los hermanos Mario, Diego y Rafael Sandoval (Restaurante Coque, con dos estrellas Michelín) y la red de ayuda que ha puesto en marcha Nuria Hernández, directora del CEIP Ramón María del Valle-Inclán (y también miembro del Coro Talía) para echar una mano a familias que se han visto gravemente afectadas por el cierre de los comedores escolares. 

Todo empezó al constatar que en el colegio que dirige había alumnos que estaban pasando hambre. Los Hermanos Sandoval habían llamado al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ofreciendo su ayuda. Nuria Hernández, por su parte, había llamado a la alcaldía pidiendo ayuda para dar de comer a los más desfavorecidos del distrito. Los Sandoval contactaron inmediatamente con ella. Solo había que ponerse en marcha y lo hicieron con rapidez. Hoy, esa red de ayuda ha crecido hasta repartir más de 900 comidas diarias, pañales, potitos, toallitas, leche, yogures… 

#EsteVirusLoParamosUnidos