El pasado sábado 23 de noviembre, la Sala de Cámara del Auditorio Nacional vibró con la magnífica interpretación del Gloria en re mayor de Antonio Vivaldi, que inauguró con gran éxito la nueva edición del Ciclo Batuta. La Orquesta Metropolitana de Madrid junto al Coro Talía, bajo la dirección de Silvia Sanz Torre, ofrecieron un concierto memorable que combinó música, conocimiento y emoción.
De la Edad Media al Renacimiento
La primera parte del programa fue un recorrido por la evolución de la música vocal hasta el clasicismo. Los primeros ejemplos musicales nos llevaron a la Edad Media y a una conocida melodía gregoriana, el Dies irae. A partir de ese momento Silvia Sanz, con su estilo cercano y didáctico, explicó al público cómo se fueron uniendo más voces a una única melodía. Se escucharon otros ejemplos de canto coral en la Edad Media con los que explicó conceptos como el «discantus», el «organum», el canto melismático, el motete…, así como el origen del nombre de las distintas voces del coro (bajo, tenor, contralto, soprano). Del Renacimiento, las voces de Talía regalaron a los oídos del público obras a capella tan destacadas como el Ave María de Tomás Luis de Victoria. También habló del origen del villancico profano con piezas de carnaval como «Hoy comamos y bebamos», que pertenece a otro de nuestros grandes compositores renacentistas, Juan del Encina.
De Venecia a Londres
El barroco estuvo representado con fragmentos de obras muy destacadas de grandes compositores. Silvia Sanz habló de la tradición de la policoralidad que tuvo su esplendor en la Catedral de San Marcos de Venecia. Entonces, el coro se dividió en dos para entonar el comienzo de Lauda Jerusalem de Vivaldi (obra para dos coros, dos orquestas y dos órganos) y O là, o che bon eccho de Orlando di Lasso, una divertida pieza en la que uno de los coros responde al primero como si fuera el eco. La ópera inglesa estuvo representada con un fragmento de la ópera Dido y Eneas de Henry Purcell, en concreto el coro «Destruction’s our delight», que se interpretó con la voz nasal de las brujas a las que se representa, lo que hizo reír al público.
De Bach y Händel a Mozart
El coral luterano y su importancia en la música, especialmente en J. S.Bach, quedó plasmado con el emocionante y profundo Coral N.º 21 de la Pasión según San Mateo «Erkenne mich mein Hüter». Por su puesto, no podía faltar la música de Händel y su Mesías, del que se interpretó la fuga «And the glory of the Lord». La primera parte terminó con el comienzo de una obra de juventud de Mozart, Misericordias Domini, por una curiosidad, y es que en algunos compases su música se adelanta a la que sería una de las melodías más famosas de la Novena de Beethoven.
El gloria de Vivaldi
La segunda parte estuvo dedicada íntegramente al Gloria de Vivaldi, una obra llena de contrastes que combina majestuosidad coral con momentos de íntima delicadeza. en primer lugar, la directora, ofreció una breve explicación de los doce números con breves ejemplos orquestales y corales, sobre sus características, ritmos, tonalidades, etc. y su relación con el texto expresado. Silvia Sanz guio al público por los secretos de esta joya de la música sacra, explicando su contexto histórico y los recursos expresivos empleados por el compositor. Finalmente coro y orquesta interpretaron la obra completa, una obra que, como otras muchas del músico veneciano, Vivaldi compuso para el coro y la orquesta formado por las niñas y mujeres del Ospedale della Pietà, donde fue maestro y director musical durante gran parte de su vida.
Una bella interpretación
Fue una bellísima interpretación, en la que se alternaron la alegría y viveza de unos números, con la dulzura y solemnidad de otros. Destacaron también las interpretaciones de las solistas: las Mercedes García y Sara Mitchell en el dúo «Laudamus te»; de Sara Mitchell y la oboista Alicia Cantus en el aria para soprano y oboe obligado «Domine Deus»; y de la contralto Patricia B. Rijnhout en el solo con coro «Domine Deus Agnus Dei» y la virtuosa aria «Qui sedes ad dexteram Patris». El público premió la interpretación con prolongados plausos que reflejaron la emoción de un público totalmente entregado. Como bis, un imprescindible de la música coral. El «Hallelujah» de El Mesías de Hándel, ovacionado por los asistentes.
La hora de participar
Y como el lema del Ciclo Batuta es «Descubrir, comprender, participar y disfrutar», faltaba todavía la participación del público. La directora le dio la espalda al coro y a la orquesta para dirigir su batuta a los asistentes y en medio minuto organizar la interpretación en canon de una antigua y muy conocida canción infantil francesa: Frère Jacques. Les tocaba empezar a los que estaban sentados en el patio de butacas. Después se fueron incorporando, lateral impar, tribuna, lateral par, etc. hasta formar un canon a 4 voces. Fue muy divertido y sorprendente escuchar a toda la sala entonar la popular melodía al compás de la batuta y cómo iban incorporándose unas voces a las otras. Y, claro, el público fue abandonó la sala sonriente, no solo por haberse lanzado a cantar, sino, sobre todo, por haber disfrutado del Gloria de Vivaldi y de un precioso recorrido por la música coral.
Próximo concierto, los instrumentos de cuerda
El éxito del estreno deja el listón alto para el próximo concierto del Ciclo Batuta, que tendrá lugar el sábado 15 de febrero a las 19:30, nuevamente en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional. Esta vez, el protagonismo será para los instrumentos de cuerda con la interpretación de la Serenata para cuerdas Op. 22 de Antonín Dvořák, una de las obras más bellas y cautivadoras del Romanticismo.
En la primera parte, se explorarán las características de los instrumentos de cuerda frotada —violines, violas, violonchelos y contrabajos— con ejemplos musicales que desvelarán las claves de su sonido y las técnicas más utilizadas. En la segunda parte, como es tradición en el Ciclo Batuta, la directora de orquesta Silvia Sanz ofrecerá un análisis previo de la obra para después dirigir su interpretación completa junto a la Orquesta Metropolitana de Madrid.
El Ciclo Batuta es una cita única para todos los amantes de la música que quieran disfrutar de grandes obras mientras aprenden a entenderlas mejor, dando un giro de 180 grados a tu perspectiva musical. Las entradas ya están disponibles en nuestra web ¡No te quedes sin la tuya!