- Sábado 21 de mayo a las 11:30 en la Sala Sinfónica, Sonidos del Este, el tradicional concierto solidario de la Orquesta Infantil y Juvenil EOS
- Los alumnos del EOS 21, el Encuentro Orquestal Sinfónico anual del Grupo Talía, interpretan música del centro y este de Europa y bandas sonoras
- La recaudación se destinará a becas para los niños y niñas que la Fundación Padre Arrupe educa en El Salvador
- Entradas ya a la venta desde 10 euros.
El poder solidario de la música puede llegar muy lejos. Así lo han demostrado desde hace más de una década los alumnos del Encuentro Orquestal Sinfónico (EOS), el curso orquestal que el Grupo Talía organiza anualmente en Alba de Tormes. El sábado 21 de mayo a las 11:30 en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional, la Orquesta Infantil y Juvenil EOS, dirigida por Silvia Sanz, se presentará ante el público para ofrecer su tradicional concierto solidario que, titulado Sonidos del Este, nos llevará por Centroeuropa, Europa del Este y Asia Central. La recaudación se destinará íntegramente a la Fundación Padre Arrupe.
Los fondos recaudados se destinarán a financiar el proyecto educativo y de salud que la Fundación Padre Arrupe desarrolla en Soyapango, una de las zonas más vulnerables de El Salvador. Las entradas, desde 10 euros, ya están a la venta en las taquillas del Auditorio Nacional de Música, en el teléfono 902 22 49 49, y entradasinaem.es. Aquellas personas que no puedan asistir al concierto podrán realizar su aportación a través de la Fila 0 realizando una donación en fundacionpadrearrupe.com.
Niños y jóvenes músicos que sorprenderán al público
El programa preparado por la Orquesta Infantil y Juvenil EOS, formada por niños y jóvenes de 9 a 18 años, nos llevará por Europa Central, Europa del Este y Asia Central con música clásica y de cine. Sorprenderá al público cómo estos jovencísimos músicos, algunos muy pequeños, de la mano de su directora Silvia Sanz, son capaces de enfrentarse a obras clásicas como las Danzas Polovtsianas y En las estepas del Asia Central de Aleksandr Borodín o la Danza Eslava nº 4 de Antonín Dvorak, además de bandas sonoras de películas como El violinista en el tejado de Jerry Bock. Será un concierto familiar, un concierto de niños para niños, que demostrará a los más pequeños que la edad no es barrera y que con esfuerzo y estudio pueden llegar muy lejos.
Una obra de estreno: Darbuki, de Alejandro Vivas
Como en anteriores ediciones, la joven orquesta tiene la oportunidad de estrenar una obra del compositor Alejandro Vivas, director artístico del Grupo Talía y profesor de composición del Encuentro Orquestal. Se trata de una obra creada especialmente para los alumnos que, como en anteriores ediciones, nos cuenta una aventura musical de los Jonsuis, seres musicales que habitan la Isla de Keke y protagonistas de la colección de cuentos musicales Kekeñas krónikas, proyecto pedagógico musical del compositor. Para esta edición Alejandro Vivas, autor de música y textos, presenta una obra de inspiración oriental titulada Darbuki. Así se llama el protagonista del cuento, un extraño personaje que, con el poder de una misteriosa melodía, obligará a los Jonsuis a salir de la Isla de Keke en busca de respuestas.
La Orquesta Infantil y Juvenil EOS
La Orquesta Infantil y Juvenil EOS está integrada por los niños y jóvenes que participaron en la décima edición del Encuentro Orquestal Sinfónico (EOS 21), el curso orquestal que el Grupo Talía organiza anualmente en de Alba de Tormes (Salamanca) coordinado y dirigido por Silvia Sanz Torre al frente de un equipo de profesores de la Orquesta Metropolitana de Madrid. Alumnos de 9 a 18 años tienen la oportunidad de aprender a tocar en una orquesta, mejorar su técnica instrumental y preparar un programa completo de concierto que ofrecen después ante el público en la clausura del curso. El aprendizaje está ligado a la toma de conciencia del valor solidario de la música, por lo que los alumnos de cada edición ofrecen posteriormente un concierto benéfico en el Auditorio Nacional de Música, que en esta ocasión será a beneficio de la Fundación Padre Arrupe.
Un concierto solidario para cambiar vidas
La recaudación del concierto se destinará al fondo de becas de educación de la Fundación Padre Arrupe en El Salvador. La Fundación cuenta en este país con un colegio en el que beca y educa a 1.700 niños y niñas procedentes de entornos conflictivos y en riesgo de exclusión social. Mediante el sistema de becas cofinanciadas, las familias aportan una cantidad acorde a sus posibilidades y el resto de los gastos son cubiertos íntegramente por la Fundación. Se trata de un modelo eficiente que desde 1998 ofrece una educación de excelencia y en valores que ha permitido sacar de la pobreza a 24 promociones de graduados. Todos los alumnos acceden a la universidad y han podido salir de la espiral de pobreza de donde proceden siendo en la actualidad motor de cambio de su sociedad.
Silvia Sanz Torre, directora experta en pedagogía orquestal
Organizar cada Encuentro Orquestal requiere un minucioso trabajo preliminar por parte del equipo de profesores y monitores de tiempo libre que coordina y dirige Silvia Sanz Torre. Aunque se prepara ya XI edición del curso en Alba de Tormes, la experiencia de la directora y su equipo en la realización de este tipo de cursos suma ya más de 20 años. A lo largo de su carrera, Sanz Torre, que ha dirigido más de 200 conciertos en el Auditorio Nacional, ha compaginado su faceta artística con la pedagogía orquestal. Ha dirigido orquestas nacionales e internacionales y ha participado en proyectos pedagógicos como Sonidos de la Tierra en Paraguay o en cursos y talleres para orquestas jóvenes en Honduras y El Salvador. Ha viajado en tres ocasiones a Addis Abeba (Etiopía) donde puso en marcha la orquesta de la Yared School of Music, única escuela de música de Etiopía y primera orquesta en este después de 40 años.
La Fundación Padre Arrupe en El Salvador
El Salvador es en la actualidad uno de los países más violentos del mundo con una tasa de 3,4 asesinatos al día y un elevado número de desaparecidos. Soyapango, donde la Fundación Padre Arrupe desarrolla su proyecto sanitario y educativo, es actualmente una de las zonas más vulnerables del país. Se trata de un municipio densamente poblado, con gran hacinamiento, un alto índice de desempleo, casi un 30% de la población en situación de pobreza y un promedio de escolaridad de tan solo 7 años. La Fundación cuenta allí con un colegio en el que beca y educa a 1.700 niños de 3 a 18 años en riesgo de exclusión social y una clínica con más de 29 especialidades médicas que atiende gratuitamente a más de 60.000 pacientes al año del municipio y alrededores. Además, durante la pandemia, la Fundación ha desempeñado un papel especial ayudando a miles de familias en la zona.