El concierto de fin de año de la Orquesta Metropolitana de Madrid y el Coro Talía concluyó con prolongados aplausos, cuatro bises y una sorpresa para Silvia Sanz que cumplía 200 conciertos dirigidos en el Auditorio Nacional

Martes 28 de diciembre de 20221 – Concierto Navidad con Talía

Orquesta Metropolitana de Madrid – Coro Talía

Directora titular: Silvia Sanz Torre

Programa: musical, swing, góspel, soul, villancicos, aguinaldos y música navideña del pop y del cine

Cerca de 2000 personas acudieron el pasado martes 28 de diciembre al Auditorio Nacional de Música para disfrutar del concierto Navidad con Talía. La asistencia de tan numeroso público resultó tan espectacular como el propio concierto después de 2 años tan difíciles y con ómicron, la nueva variante de la COVID-19, poniéndonos de nuevo en guardia. Casi parecía un concierto como los de antes de la pandemia, solo que todos debidamente protegidos con las mascarillas, que no fueron impedimento para gozar de un variado programa en el que la Orquesta Metropolitana de Madrid, el Coro Talía y su directora titular Silvia Sanz Torre, que cumplía 200 conciertos en el Auditorio Nacional,  se entregaron a fondo como merecía la ocasión y como merecía el público que llenó la sala.

En la historia de Talía

El concierto comenzó con un paisaje nevado y un paseo musical en trineo al ritmo de Sleigh Ride, del compositor norteamericano Leroy Anderson, una buena manera de entrar en el ambiente del concierto con esta obra para orquesta ligera, alegre y chispeante, en la que suenan cascabeles, el trote del caballo e, incluso, su relincho, que imita la trompeta al final de la obra con un efecto muy divertido. Bailable, dulce y evocadora sonó la canción “Swingin’ at Christmastime”, un homenaje a la era del swing y una obra muy ligada a la historia del coro que en 2021 ha cumplido 25 años. La autora de la letra, Vanessa Satur, fue miembro Talía durante muchos años, y el compositor, Alejandro Vivas, director artístico del Grupo Talía, es el autor de gran parte de los arreglos, además de obras originales, que se han interpretado en tantos conciertos de Navidad y en otros conciertos, creados especialmente para la Orquesta Metropolitana de Madrid y el Coro Talía.  

Góspel, musical, soul y pop navideño

El concierto continuó con el góspel navideño “Go Tell it on the Mountain” (Ve y dilo en la montaña, que Jesús ha nacido), un antiguo espiritual con un arreglo muy equilibrado para voces y orquesta, seguido de la pieza Irving Berlin’s America, un recorrido por los musicales de Irving Berlin que triunfaron en Broadway en los años 20, 30 y 40 del pasado siglo XX en el que se alternan los ritmos de moda en la época y grandes melodías con canciones como “There’s no business like show business”, “Alexander’s Ragtime Band”, “Putting on the Ritz”, “Blue Skies” y “Always”. LLegó después “I will follow him”, canción original francesa rescatada para el cine en Sister Act con una tema lento y sentido en el comienzo y una segunda parte viva, optimista y brillante, que creó aún más ambiente en la sala. Terminó la primera parte con “All I Want for Christmas is You” de Mariah Carey, una de esas canciones que en Navidad suenan por todas partes y a todas horas, pero que en una sala de conciertos es algo totalmente diferente con los arreglos para orquesta sinfónica y coro de Alejandro Vivas.

Navidad de cine

La segunda parte del concierto nos llevó al cine en tres ocasiones. La primera de ellas con la conocidísima canción navideña “White Christmas”, otro éxito de Irving Berlin que Bing Crosby cantó en la película Holiday Inn, en la que durante la cálida Navidad de Los Ángeles añoraba sus Navidades nevadas de antes, una añoranza muy a tono con las Navidades sin pandemia que todos deseamos recuperar. La segunda cita con el cine, en la que brilló la Orquesta Metropolitana, fue un recorrido por los principales temas de la película The Polar Express. A través de su música, el público se enganchó al sonido de ese mágico tren, rumbo al Polo Norte y al reencuentro con el verdadero espíritu de la Navidad. Y la Navidad fue también el marco de la tercera cita con el cine con la canción “Have Yourself a Merry Little Christmas”, de la película musical Cita en San Luis (1944) de Vincente Minnelli. Es la canción que Esther (Judy Garland) canta para consolar a su hermana pequeña: “Que tengas una feliz Navidad, deja que tu corazón sea luz…”

Navidad andaluza y aguinaldo venezolano

La música tradicional aportó un elemento diferenciador a este concierto con un precioso regalo del compositor Alejandro Vivas para el coro, la orquesta y, por supuesto, para el público, que premió con intensos y prolongados aplausos su obra Navidad andaluza, un recorrido por algunos de nuestros villancicos más tradicionales, que son parte de la memoria popular y que deberían permanecer en ella. Es nuestra música. La orquesta nos lleva de villancico en villancico con una creación en la que se alternan motivos y ritmos flamencos, atmósferas mágicas y evocadoras, íntimas unas veces, extrovertidas otras, transiciones atrevidas y, por supuesto, con el sonido de la pandereta. La obra se inicia con el ambiente poético de “Los campanilleros”, y continua con los populares “Ya vienen los Reyes Magos”, “Hacia Belén va una burra”, “Madre en la puerta hay un niño”, “Una pandereta suena” y finalmente, “Los peces en el río”, estribillo que se repitió varias veces con un tempo cada más rápido para rematar con un final festivo al más puro estilo andaluz. Festivo y alegre fue también “Un feliz año pa’ti”, uno de esos aguinaldos (así se llaman los villancicos en Venezuela) que las parrandas cantan por las calles o de casa en casa durante la Navidad.

200 conciertos en el Auditorio Nacional

El góspel “Oh, Happy day”, en el que el coro se acompañó con palmas, puso un alegre punto final al programa porque un día de concierto es siempre un “día feliz” y este más todavía, puesto que Silvia Sanz Torre cumplía 200 conciertos dirigidos en el Auditorio Nacional. “Todos los conciertos son distintos” explicó al público, pero sin duda este era especial. La directora expresó su agradecimiento a todos los que la han acompañado a lo largo de este camino y le siguen demostrando su cariño y su apoyo. Varias veces tuvo que hacer una pausa, unas veces por los aplausos y, otras, por la emoción.

Cuatro bises…

Hubo después cuatro bises (el público no se marchaba) y una sorpresa. El primero de ellos fue un gran clásico del repertorio navideño, “O Holy Night”. Y después, para no faltar a las tradiciones del Grupo Talía, salieron de sus escondites guirnaldas hawaianas, gorras de marino, sombreros con formas de árbol de Navidad, entre otros coloridos ornamentos, para despedir el concierto con fiesta, color y alegría. Coro y orquesta interpretaron el góspel “Joshua Fought the Battle of Jerico”, un arreglo de Alejandro Vivas muy ligado a la historia del Coro Talía y a sus primeros conciertos en el Auditorio Nacional. A continuación, la Orquesta Metropolitana animó a todos con ritmos latinos, en los que Silvia Sanz invitó al público a sumarse a la pequeña coreografía de coro y orquesta.

…Y una sorpresa

El animado aguinaldo “Con mi burrito sabanero”, que todo el mundo canta y conoce, fue el cuarto bis del concierto. Ya parecía que todo iba a terminar. Silvia Sanz Torre volvió a salir al escenario para agradecer los aplausos y se encontró con una sorpresa, esta vez para ella. En los bancos del coro aparecieron corazones y globos con el número 200, en la orquesta sonó  “Cumpleaños feliz” y después… un ramo de flores, emoción inesperada y lágrimas, de alegría, claro. Fue el regalo del Grupo Talía para Silvia Sanz por sus 200 conciertos dirigidos en el Auditorio Nacional. ¡Felicidades!